Diatermia capacitiva y resistiva: ¿Cuál es la diferencia?

La diatermia capacitiva y la resistiva son dos formas diferentes de un tratamiento fisioterapéutico con corriente de alta intensidad que aumenta la temperatura de los tejidos. Como sabrás, se utiliza principalmente para tratar lesiones musculoesqueléticas, pero también tiene aplicación en tratamientos de belleza.

Los deportistas conocen bien esta técnica debido a sus beneficios y resultados. Para empezar, mejora el dolor y la movilidad. Pero es que, al mismo tiempo, acelera la recuperación porque estimula y activa los mecanismos naturales de reparación de los tejidos.

Sabiendo que existen estas dos modalidades, ¿qué diferencia hay entre diatermia capacitiva y resistiva? ¿Cómo puede un fisioterapeuta ayudar a sus pacientes con estas técnicas? Vamos a verlo.

¿Qué es la diatermia capacitiva?

La diatermia capacitiva se utiliza en aquellos tejidos que tienen mayor cantidad de agua. Por ejemplo, el tejido muscular, la fascia o las vísceras. Suele utilizarse para tratar patologías musculares, pero también edemas o bolsas serosas, entre otras dolencias.

La característica principal de sus electrodos es que están recubiertos con una capa de aislante, lo que reduce la resistencia interna del tejido. 

Eso, junto a su efecto condensador y su efecto de capacitancia, provoca un aumento de la temperatura en el interior del organismo debido a la fuerza electromotriz de las corrientes inducidas.

¿Qué es la diatermia resistiva?

La corriente de la diatermia resistiva, por otro lado, se concentra en aquellos tejidos más duros o que tienen un menor porcentaje de agua. Hablamos de ligamentos, huesos y tendones; en definitiva, tejidos más bien fibróticos y poco vascularizados.

Su mecanismo de acción produce un aumento de la temperatura por el paso de la corriente, aunque ha de enfrentarse a la resistencia que ofrecen los tejidos.

En esta ocasión, el electrodo no está recubierto. Asimismo, su efecto es mayor en aquellas zonas en las que el de la capacitiva es menor.

Los beneficios de la diatermia capacitiva y resistiva

Según los estudios publicados, la diatermia capacitiva y resistiva es un tratamiento seguro y eficaz para las lesiones musculoesqueléticas. Con ella es posible reducir el dolor, recuperar la movilidad funcional y acortar el tiempo de rehabilitación.

Su uso consigue una recuperación total en el 73,3 % de los casos. Dependiendo del tipo de lesión, el porcentaje cambia. En una lesión aguda, el pronóstico es de un 85,7 %. En cambio, en una lesión crónica la recuperación total se consigue en el 47 % de las ocasiones.

Entre sus beneficios, destacan los siguientes:

• Acelera el proceso de reparación de los tejidos musculares y óseos.
• Mejora la cicatrización.
• Aumenta el metabolismo y favorece la circulación sanguínea.
• Tiene efecto analgésico y antiinflamatorio.
• Favorece una rápida recuperación de los tejidos blandos lesionados. Por tanto, se emplea en lesiones como esguinces, contracturas y desgarros musculares.
• A nivel del suelo pélvico, puede reducir la incontinencia urinaria, recuperar las episiotomías, tonificar la musculatura, tratar hemorroides y fisuras anales.

Beneficios de la diatermia capacitiva y resistiva en tratamientos estéticos

Una vez que hemos visto los usos y el funcionamiento interno de esta técnica, es importante entender sus beneficios. Los más destacados son:

• Reduce la flacidez del rostro, redefiniendo el óvalo facial y eliminando la grasa.
• Elimina arrugas y líneas de expresión.
• Es un tratamiento eficaz para las ojeras y las bolsas de los ojos.
• Reduce cicatrices y manchas de acné.
• Aclara el tono de las estrías.
• Reafirma el cuerpo y reduce la flacidez en zonas como el abdomen, los brazos y los glúteos.
• Combate eficazmente la celulitis.
• Estiliza la figura y reduce la talla al bajar la circunferencia abdominal, la de los muslos y la glútea.
• Elimina la grasa acumulada en zonas localizadas y difíciles.
• También puede usarse en tratamientos capilares (alopecia), ya que dilata el folículo piloso.
• Prepara la piel antes de una intervención de cirugía plástica y, después, favorece su recuperación. Además, consigue mejores resultados en cirugías como liposucciones o abdominoplastias.

Ya que estamos, profundicemos un poco en el uso de la diatermia capacitiva y resistiva en tratamientos estéticos. 

¿Cómo funciona la diatermia capacitiva en estética facial?

Por sus efectos para tratar, mejorar la apariencia de la piel y promover la regeneración celular, es uno de los tratamientos de fisioestética más utilizados.

La diatermia capacitiva facial utiliza electrodos que transfieren energía al organismo y aumentan la temperatura de los tejidos. Con esto, consigue varios objetivos:

• Estimular la síntesis de colágeno.
  El aumento controlado de temperatura genera una respuesta en los fibroblastos, las células que producen colágeno. Esto mejora la firmeza y elasticidad de la piel haciendo que luzca más tersa y rejuvenecida.
  
  
• Mejorar la circulación sanguínea.
  La diatermia capacitiva en estética aumenta el flujo sanguíneo, favoreciendo la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas. De este modo, ayuda a que se obtenga una apariencia más luminosa y saludable.
  
  
• Estimular el drenaje linfático.
  En problemas como las ojeras u otro tipo de hinchazón facial producida por la retención de líquido, esta terapia ayuda a renovar el aspecto.
  
  
• Mejorar la absorción de productos.
  La diatermia favorece la permeabilidad de la piel, lo que mejora la penetración de ciertos productos cosméticos, así como vitaminas y oligoelementos.
  
  
• Minimizar las líneas de expresión y las arrugas.
  El aumento de temperatura ayuda a suavizar las líneas de expresión y las arrugas debido a la estimulación del colágeno y la elastina.

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¿Cómo funciona la diatermia resistiva en estética corporal?

La diatermia resistiva en estética corporal aprovecha los efectos de la corriente eléctrica de alta frecuencia para tratar y mejorar la apariencia del cuerpo. Con ayuda de los electrodos, la placa de retorno y el gel conductor, se produce un aumento controlado de temperatura en los tejidos.

La diferencia entre la diatermia capacitiva y la resistiva es que la primera se utiliza a nivel facial y la segunda en el resto del cuerpo.

¿Qué se consigue con un tratamiento de diatermia resistiva en el cuerpo?

• Reducir la grasa localizada.
  Gracias al aumento de temperatura que produce el tratamiento, se descomponen los depósitos de grasa localizada. Además, la energía impacta en las células adiposas, rompiendo los lípidos y facilitando su eliminación del cuerpo. Por tanto, se consigue remodelar la silueta.
  
  
• Mejorar la circulación sanguínea y linfática.
  Al facilitar el flujo de la sangre y la linfa en las zonas tratadas, los tejidos están más oxigenados y se favorece la eliminación de toxinas. De este modo, se reduce la retención de líquidos y la apariencia de la piel se vuelve más saludable.
  
  
• Reafirmar la piel.
  La estimulación de la síntesis de colágeno y elastina tiene un efecto reafirmante, lo que disminuye la flacidez y mejora la textura de la piel.
  
  
• Combatir la celulitis.
  En línea con lo mencionado, el efecto de la diatermia resistiva mejora la apariencia de la piel en zonas con celulitis, ya que estimula la circulación, la síntesis de elastina y colágeno y rompe los depósitos de grasa.

Principales contraindicaciones de la diatermia capacitiva y resistiva que debes tener en cuenta

El uso de la diatermia capacitiva y resistiva es seguro y no produce efectos secundarios. Es una terapia que no está contraindicada en procesos oncológicos o en personas con prótesis, pero hay que tener en cuenta que no debe utilizarse en los siguientes casos:

• Si se tiene un marcapasos o implante electrónico.
• Si se está embarazada.
• Sobre heridas abiertas o quemaduras; solo debe aplicarse donde la piel esté intacta. No obstante, sí puede emplearse en zonas cercanas a la lesión para reducir la inflamación o reabsorber hematomas.
• En casos de tromboflebitis o en personas con falta de sensibilidad (inducida por lesiones nerviosas o tratamientos farmacológicos).

Para concluir, déjanos recordarte que la diatermia capacitiva y resistiva en fisioterapia es un tratamiento de alta frecuencia que aumenta la temperatura del tejido. Esto favorece su proceso de recuperación y regeneración, combinando el movimiento y la terapia manual para bajar la inflamación, disminuir el dolor y mejorar la movilidad.

Puede utilizarse tanto en programas de rehabilitación como en fisioterapia deportiva, patologías del suelo pélvico y en el campo de la fisioestética con resultados muy positivos.

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