Abel ha conseguido dos retos: Uno, mantener a Efisioterapia como referente en el sector durante 20 años, escribiendo y revisando cientos de artículos de alta calidad sobre salud y fisioterapia, suyos y de otros especialistas. Dos, compaginarlo durante varios años mientras ejercía de fisioterapeuta en su propia clínica, hospitales y clubs deportivos.
El origen de la magnetoterapia
Las terapias con campos magnéticos se conocen desde la antigua China, pero fue en el siglo XIX cuando tiene su origen la magnetoterapia que conocemos hoy.
La magnetoterapia es una terapia física que favorece la recuperación de afecciones músculo-esqueléticas.
Este tratamiento, habitual desde hace ya algunos años en las clínicas de rehabilitación y entre fisioterapeutas, tiene como efectos principales la reducción de la inflamación, la disminución del dolor y la regeneración de tejidos.
Esta regeneración de tejidos afecta a huesos y músculos y se produce como consecuencia de los cambios fisiológicos que la magnetoterapia produce en el organismo.
Pues bien, los beneficios de la aplicación de la magnetoterapia para el tratamiento de enfermedades degenerativas como la artrosis o la osteoporosis, se viene utilizando desde hace siglos.
En la entrada de hoy, vamos a contarte a cuándo se remonta esta terapia basada en la aplicación de campos magnéticos y te aseguramos, que te va a sorprender. ¿No te lo crees? ¡Sigue leyendo!
La magnetoterapia: una terapia con mucha historia
Como acabamos de avanzar, para entender qué es la magnetoterapia en la práctica clínica de fisioterapia hay que remontarse a los orígenes del uso de los campos magnéticos con fines terapéuticos desde siglos atrás.
De hecho, el origen de la palabra magneto, que significa imán, tiene su origen en la ciudad Griega de Magnesia, donde había una explotación de óxido ferroso férrico y material magnético que se usaba como materia prima.
Sin embargo, no existen documentos que fechen en esa época la aparición del tratamiento con campos magnéticos.
Los primeros documentos que hablan del uso de imanes como terapia terapéutica están fechados en el año 2.500 antes de Cristo en China.
Por aquella época, el uso de los imanes no tenía nada que ver a lo que conocemos hoy en día como magnetoterapia. Si bien es cierto, que fueron los primeros pasos de esta terapia.
Todo apunta a que los comienzos de la magnetoterapia empezaron con el uso de polvos magnéticos en forma de cataplasmas, enemas o pastillas, siendo los primeros especialmente efectivos en tratamiento de heridas.
Los primeros pasos de la magnetoterapia que conocemos hoy
No es hasta a partir del siglo XIX cuando la magnetoterapia empieza a desarrollarse de una forma verdaderamente útil desde el punto de vista sanitario.
Fue en estos años cuando se hicieron grandes descubrimientos en el ámbito del electromagnetismo y se empiezan a desarrollar los primeros equipos. En este sentido W. Sturgeon y J. Henry fueron los pioneros en crear los primeros imanes curativos, entre 1826 y 1928.
Años después, hacia 1860 es cuando J.C. Maxwell, otros de los padres de la magnetoterapia, descubrió las propiedades de los campos magnéticos que dio origen a la teoría del campo electromagnético.
Además de los científicos que acabamos de nombrar, Faraday, Hertz y Gauss también fueron los que, con sus investigaciones, propiciaron el desarrollo de la magnetoterapia, como terapia eficaz para patologías como : osteoporosis, reumatismos, tendinitis, fracturas y todo tipo de procesos inflamatorios.
Si quieres conocer todas las aplicaciones de la magnetoterapia te recomendamos que pinches en este link.
Es ya en el siglo XX cuando la magnetoterapia ha podido mostrar su eficacia gracias a la llegada de los microprocesadores y de la investigación espacial.
A día de hoy, numerosos estudios confirman la efectividad de la magnetoterapia como tratamiento para multitud de patologías relacionadas con el aparato musculo-esquelético.
Los equipos de magnetoterapia I-Tech te permite seguir el tratamiento desde casa, de forma sencilla y con buenos resultados.
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