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Guía completa sobre la osteonecrosis
¿Sabías que la falta de riego sanguíneo puede dañar tus huesos? La osteonecrosis afecta a unas 20 000 personas al año y puede afectar gravemente a tu salud. Te explicamos qué es y las opciones de tratamiento. ¡Cuida tus huesos y protege tu movilidad!
El infarto óseo u osteonecrosis hace referencia a la muerte del tejido óseo como consecuencia de la falta de riego sanguíneo en un hueso. Se puede producir por diferentes motivos, entre ellos, un traumatismo o el abuso de alcohol, tabaco o ciertos fármacos.
En este artículo, vamos a explicarte con detalle lo que es la osteonecrosis, cuáles son sus causas, sus síntomas y cómo se trata desde la medicina, la fisioterapia y la magnetoterapia.
¿Qué es la osteonecrosis?
La insuficiencia de flujo sanguíneo en algunas zonas óseas se puede considerar como un auténtico infarto. Este deterioro hace que los huesos se vuelvan más frágiles, llegando incluso a deformarse. Asimismo, si se da en aquellos que forman parte de una articulación, puede producir que esta colapse.
También conocida como necrosis aséptica, isquémica o avascular, esta patología puede darse en cualquier hueso. Aun así, las zonas del cuerpo donde se produce de forma más habitual son las siguientes:
- Cabezas del fémur y el húmero.
- La zona de la tibia más próxima a la rodilla.
- Los tobillos.
- La mandíbula, principalmente debido al consumo de ciertos medicamentos para los huesos como los bifosfonatos.
Es importante saber que la osteonecrosis puede progresar y derivar en una osteoartritis que reduzca tu movilidad de forma permanente. En estos casos tan graves, lo normal es que haya que reemplazar la articulación.
¿Cuáles son las causas principales de la osteonecrosis?
Aparece con mayor frecuencia en adultos jóvenes que rondan la franja de los 40 años.
Si se da en las mujeres, suele estar asociada a enfermedades relacionadas con su género. Por otro lado, en los hombres es habitual si hay alcoholismo (si se consume de forma semanal más de medio litro de alcohol).
El caso de la osteonecrosis no traumática es más frecuente en varones. Se da de forma bilateral en más del 60 % de los casos y se presenta entre los 30 y 50 años de edad.
Sin embargo, la mayor parte de las osteonecrosis son consecuencia de un traumatismo que implica un déficit sanguíneo en la zona afectada del hueso. Hablamos, por ejemplo, de luxaciones y fracturas que habitualmente se dan en cadera, rodilla, tibia o muñeca, entre otras.
Del mismo modo, puede aparecer tras un tratamiento con corticoides durante más de 3 meses en el que se prescriben más de 20 mg de prednisona diarios. Esto puede suceder en quienes han recibido un trasplante o padecen ciertas enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso. Pero también con otras enfermedades como:
- Enfermedad de Gaucher.
- Insuficiencia renal crónica.
- Cáncer.
- Enfermedades de la sangre (anemia drepanocítica, trastornos de la hemoglobina…).
- Síndrome de descompresión.
A pesar de estas causas, deben existir otros factores que predisponen el desarrollo de la necrosis del hueso. Por tanto, siempre hay que valorar factores metabólicos, genéticos y del propio hueso, ya que su red vascular puede estar defectuosa.
Síntomas y señales de alerta que debes atender
Aunque en su origen la osteonecrosis de un hueso puede ser asintomática, a medida que avanza produce dolor en las articulaciones y falta de movilidad.
La localización más común de esta enfermedad es la cadera, por lo que los síntomas iniciales en la cabeza del fémur suelen ser dolor inguinal y cojera. Además, con el paso del tiempo las molestias pueden desplazarse hasta el muslo o incluso el glúteo, lo que dificulta la función de la articulación. Asimismo, puede que el hueso afectado no resista la presión y acabe colapsando y fragmentándose.
Como síntoma de la osteonecrosis, el dolor puede darse con determinados movimientos y al cargar peso. Es más, con el paso del tiempo puede evolucionar y sentirse también estando en reposo.
Por regla general, la osteonecrosis se da en un único hueso, sobre todo si es debido a un origen traumático. No obstante, si la causa de la osteonecrosis es una enfermedad, el consumo de alcohol, tabaco o medicamentos, pueden verse afectados distintos huesos. En consecuencia, el dolor será más generalizado.
Pueden transcurrir entre uno o dos años tras la aparición de la isquemia hasta que se manifiesta el dolor o se pierde la funcionalidad.
Diagnóstico de la osteonecrosis
Actualmente, se estima que en la sociedad occidental se dan unos 20 000 nuevos casos anuales de esta dolencia. De hecho, aproximadamente el 10 % de las prótesis de cadera que se implantan se deben a una osteonecrosis.
Para evitar su evolución, es fundamental realizar un diagnóstico en sus comienzos. Así también se conseguirán esquivar las posibles complicaciones que tendrían como solución una cirugía. En este sentido, se tratará siempre de preservar el hueso y la articulación originales a pesar de los primeros signos de falta de aporte vascular.
La ausencia de una sintomatología o de signos claros por parte del paciente, en las fases iniciales, dificulta el diagnóstico de la osteonecrosis. Pero si estos dan la cara, la sospecha de esta enfermedad puede motivar la realización de ciertas pruebas que confirmen o descarten este problema. Hablamos de:
- Radiografía simple
Existen ciertos indicios que pueden hacer sospechar al profesional que está ante una necrosis avascular. Por ejemplo, una pérdida de masa ósea localizada, la formación de pequeños quistes o una forma de semiluna próxima a un cartílago. - Resonancia magnética
Es la prueba más sensible para detectar una osteonecrosis incluso en los primeros estadios, donde otras pruebas no perciben los daños óseos.
Su ventaja es que permite cuantificar la extensión del daño, lo que facilita la planificación del tratamiento quirúrgico. Además, se puede establecer una relación con los hallazgos radiológicos para determinar el progreso de la enfermedad. - Gammagrafía ósea
Se utiliza si las radiografías no muestran datos relevantes, pero la sintomatología del paciente es muy sugerente.
Ante un problema de necrosis isquémica, una analítica de sangre no mostrará datos relevantes. No obstante, las pruebas anteriores se pueden complementar con biopsias del hueso, densitometrías o mediciones de la presión del hueso.
Tratamiento de la osteonecrosis: enfoque en la magnetoterapia
El tratamiento de la osteonecrosis depende del hueso afectado, el avance de la enfermedad y las circunstancias del paciente. Por tanto, la cirugía puede o no ser recomendable, de la misma manera que se puede indicar el ejercicio o la inmovilización.
Lo que sí se recomienda en cualquier caso son los antiinflamatorios (no esteroideos) y la magnetoterapia. Esta última se emplea por su propio efecto antiinflamatorio, pero en especial por su capacidad para regenerar el tejido óseo o ralentizar su degeneración.
La magnetoterapia para la osteonecrosis puede ayudarte mucho porque también reduce el dolor y mejora la función articular, tal y como indican algunos estudios. Además, es un tratamiento no invasivo y una técnica segura, siempre que se utilice con los equipos adecuados.
Nuestra recomendación para tratar la osteonecrosis con magnetoterapia son los equipos médicos de I-Tech Medical Division, que son muy sencillos de utilizar.
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Basta con aplicar la faja, solenoide o accesorio correspondiente sobre la zona del hueso afectado y pulsar el programa 20 para recibir de forma fácil y cómoda el tratamiento con la duración y potencia apropiados.
Prevención y manejo de la osteonecrosis
Debido a que muchos casos de osteonecrosis no tienen un origen definido, su prevención es complicada. Aún así, puedes minimizar su riesgo de aparición de la siguiente manera:
- Evita un excesivo consumo de alcohol y tabaco.
- Reduce el consumo de corticosteroides durante un tiempo prolongado, a no ser que sea indispensable.
- Sigue las indicaciones de seguridad tanto si practicas buceo como si trabajas en un ambiente con un exceso de presión, para evitar la enfermedad por descompresión.
- Controla la tasa de colesterol, pues el colapso de los vasos sanguíneos se produce cuando esta es elevada.
Si necesitas más información sobre cómo puedes utilizar la magnetoterapia para tratar y acelerar la curación de la osteonecrosis, contacta con nuestros asesores especializados.
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