Hola a todos, aprovecho para presentarme, ya que soy nuevo. Estoy muy desesperado y cualquier consejo me sería de gran ayuda, por eso escribo aquí.
Tengo 19 años, estoy bien fisicamente; en octubre (2009) jugando al fútbol en la playa caí al suelo, quedando mi rodilla izquierda totalmente flexionada y mi pierna izquierda debajo mía, yo sentado sobre mi gemelo. Fue un movimiento muy brusco (lo que duró la caída) pero no sentí dolor, sólo un susto, por lo que seguí jugando. Además, esa misma noche jugué al fútbol sala (deporte que practico) en terreno duro (me preocupa el contraste de terreno)
A la mañana siguiente la rodilla me dolía bastante, sobre todo al caminar, por lo que fui a la seguridad social. La doctora de cabecera tras examinarme físicamente me dijo que no tenía nada, que el dolor se debía a la rapidez del movimiento, me mandó una radiografía y me dieron cita para dentro de dos semanas.
Yo pensé que no debía esperar tanto y me fui al privado, me diagnosticaron una tendinitis de pata de ganso, por lo que me mandaron antiinflamatorios y reposo. No mejoré, por lo que pedí consejo a un amigo fisio, que me diagnosticó lo mismo y me dio un par de sesiones de ultrasonidos e infrarrojos. Parecía que había mejorado algo, por lo que volví a jugar. Fue entonces cuando sufrí algunas recaídas, en cuyo reposo combinaba aplicación de calor seco y enangel (una crema analgésica), parecía funcionar, por lo que alternaba periodos de actividad física con este tipo de reposo. El dolor estaba ya totalmente diferenciado y localizado: lo tenía en la parte interna de la rodilla y lo sufría especialmente cuando mi pie izquierdo sufría un movimiento de rotación exterior, hacia la izquierda y cuando flexionaba totalmente la rodilla, esto último normalmente acompañado de un fuerte crujido, como si los huesos se montaran uno encima de otro y luego voliveran a su sitio (esto ha ocurrido también jugando, y es muy desagradable). Harto ya de todas estas recaídas, en junio decidí volver al médico de la seguridad social, dispuesto a hacerle caso y seguir el proceso hasta conseguir sesiones de fisioterapia brindadas por la seguridad social (ya que no me puedo permitir pagarlas privadas y no es plan de gorronear a mi amigo fisio). Me mandó de nuevo una radiografía y una resonancia magnética en cuyo informe del radiólogo no figuraba problema alguno en la rodilla (salvo una calcificación sin importancia en el extremo izquierdo superior fruto de una caída y derramamiento del líquido sinovial que no ha dado problemas jamás salvo en su etapa aguda, en 2001). Me mandó al traumatólogo, quien tras examinar todas las pruebas me dijo que tenía el menisco inflamado. Que estuviera dos meses sin forzar la rodilla, sin hacer deporte (excepto natación), podía hacer vida normal y que si el dolor no había desaparecido en ese tiempo, era conveniente operar, dijo algo de noseque...plastia.
Pues bien, estoy en el ecuador de ese tiempo entre cita y cita con el traumatólogo y no siento mejoría alguna. A veces tengo dolor, a veces solo molestia y a veces ninguna de las dos. Además, vivo en Cartagena, zona de mucha humedad e influye bastante. Con los cambios de temperatura también me resiento. No descarto que en algún momento hubiera tendinitis, pero al parecer ahora no la hay, y los síntomas son los mismos. ¿Por qué ese cambio de diagnóstico?
Si es simplemente inflamación, ¿qué cabida tiene la cirugía?, ¿me recomendais métodos más conservadores o es mejor operar?
Estas preguntas son orientativas acerca de mi confusión, no pido consejo profesional, sino a ver si alguien puede informarme o comentarme algún caso.
Ahora mismo estoy parado y se me hace muy duro, soy una persona muy activa y necesito hacer deporte, estoy obsesionado con este tema. A ver si me contáis algo.
Un saludo a todos.
[quote="Lenisio"]Hola a todos, aprovecho para presentarme, ya que soy nuevo. Estoy muy desesperado y cualquier consejo me sería de gran ayuda, por eso escribo aquí.
Tengo 19 años, estoy bien fisicamente; en octubre (2009) jugando al fútbol en la playa caí al suelo, quedando mi rodilla izquierda totalmente flexionada y mi pierna izquierda debajo mía, yo sentado sobre mi gemelo. Fue un movimiento muy brusco (lo que duró la caída) pero no sentí dolor, sólo un susto, por lo que seguí jugando. Además, esa misma noche jugué al fútbol sala (deporte que practico) en terreno duro (me preocupa el contraste de terreno)
A la mañana siguiente la rodilla me dolía bastante, sobre todo al caminar, por lo que fui a la seguridad social. La doctora de cabecera tras examinarme físicamente me dijo que no tenía nada, que el dolor se debía a la rapidez del movimiento, me mandó una radiografía y me dieron cita para dentro de dos semanas.
Yo pensé que no debía esperar tanto y me fui al privado, me diagnosticaron una tendinitis de pata de ganso, por lo que me mandaron antiinflamatorios y reposo. No mejoré, por lo que pedí consejo a un amigo fisio, que me diagnosticó lo mismo y me dio un par de sesiones de ultrasonidos e infrarrojos. Parecía que había mejorado algo, por lo que volví a jugar. Fue entonces cuando sufrí algunas recaídas, en cuyo reposo combinaba aplicación de calor seco y enangel (una crema analgésica), parecía funcionar, por lo que alternaba periodos de actividad física con este tipo de reposo. El dolor estaba ya totalmente diferenciado y localizado: lo tenía en la parte interna de la rodilla y lo sufría especialmente cuando mi pie izquierdo sufría un movimiento de rotación exterior, hacia la izquierda y cuando flexionaba totalmente la rodilla, esto último normalmente acompañado de un fuerte crujido, como si los huesos se montaran uno encima de otro y luego voliveran a su sitio (esto ha ocurrido también jugando, y es muy desagradable). Harto ya de todas estas recaídas, en junio decidí volver al médico de la seguridad social, dispuesto a hacerle caso y seguir el proceso hasta conseguir sesiones de fisioterapia brindadas por la seguridad social (ya que no me puedo permitir pagarlas privadas y no es plan de gorronear a mi amigo fisio). Me mandó de nuevo una radiografía y una resonancia magnética en cuyo informe del radiólogo no figuraba problema alguno en la rodilla (salvo una calcificación sin importancia en el extremo izquierdo superior fruto de una caída y derramamiento del líquido sinovial que no ha dado problemas jamás salvo en su etapa aguda, en 2001). Me mandó al traumatólogo, quien tras examinar todas las pruebas me dijo que tenía el menisco inflamado. Que estuviera dos meses sin forzar la rodilla, sin hacer deporte (excepto natación), podía hacer vida normal y que si el dolor no había desaparecido en ese tiempo, era conveniente operar, dijo algo de noseque...plastia.
Pues bien, estoy en el ecuador de ese tiempo entre cita y cita con el traumatólogo y no siento mejoría alguna. A veces tengo dolor, a veces solo molestia y a veces ninguna de las dos. Además, vivo en Cartagena, zona de mucha humedad e influye bastante. Con los cambios de temperatura también me resiento. No descarto que en algún momento hubiera tendinitis, pero al parecer ahora no la hay, y los síntomas son los mismos. ¿Por qué ese cambio de diagnóstico?
Si es simplemente inflamación, ¿qué cabida tiene la cirugía?, ¿me recomendais métodos más conservadores o es mejor operar?
Estas preguntas son orientativas acerca de mi confusión, no pido consejo profesional, sino a ver si alguien puede informarme o comentarme algún caso.
Ahora mismo estoy parado y se me hace muy duro, soy una persona muy activa y necesito hacer deporte, estoy obsesionado con este tema. A ver si me contáis algo.
Un saludo a todos.[/quote]
Buenas Lenisio
Sí, con lo que comentas parece ser que tengas tocado el menisco.
En este caso, el mejor rescurso es la cirugía.
Un saludo