El primer parámetro analizado es el propio espacio muestral con el objeto de determinar si los individuos que la componen la muestra son representativos de la población fibromiálgica.
La primera parte del análisis tiene por objeto demostrar la validez del modelo fascial de la fibromialgia, es decir, probar la capacidad del modelo para caracterizar al paciente fibromiálgico.
El ensayo clínico se ha elaborado mediante análisis estadístico a partir de datos obtenidos a través de un cuestionario específicamente desarrollado a tal efecto.
Evaluar la validez del modelo fascial, pasa por comprobar que los pacientes fibromiálgicos responden a los postulados del modelo. Por ello, deben cumplir los requisitos diagnósticos previstos en el enfoque fascial de la enfermedad, es decir:
El modelo fisiopatológico fascial, plantea la posibilidad de que la etiopatogenia de la fibromialgia se encuentre a nivel del sistema fascial. La fascia está equipada con receptores del dolor, particularmente los receptores purinérgicos (sensibles al ATP), y los receptores vaniloides (sensibles a las altas concentraciones de H + ) podrían estar relacionados con la fibromialgia.
Uno de los postulados del modelo fascial establece que el dolor diseminado tiene su origen en la instauración de ATMM debido a la confluencia de líneas de tensión que se extienden desde las áreas de atrapamiento.
En este punto se abordará el tratamiento desde un punto de vista puramente fisioterápico. No obstante según lo establecido en el capítulo II parece interesante utilizar complementos nutricionales en el tratamiento, de hecho, hoy en día se está investigando en este sentido en varios hospitales de los estados unidos.
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