LA ESTIMULACIÓN PRECOZ es un conjunto de técnicas terapéuticas que pretenden aportar de una forma elaborada todos los estímulos que espontáneamente intervienen en la maduración del niño ( actuando paralelamente a dicha maduración ), con el fin de estimular la integración y facilitar suplencias para favorecer el desarrollo de niños con deficiencias o expectativas de las mismas.
El tratamiento debe comenzar tan pronto como se detecte una lesión cerebral. La identificación de los bebés con parálisis cerebral bien temprano en la vida, les da a éstos la mejor oportunidad de desarrollarse al máximo sus capacidades. La estimulación precoz en paralíticos cerebrales busca una permeabilización de las vías nerviosas por donde transcurren aferencias sensoriales o eferencias motoras. Al mismo tiempo pretende utilizar las posibilidades de las áreas integradoras cerebrales.
Las técnicas de estimulación precoz son válidas en dos sentidos:
Acercan al niño lesionado a los hitos madurativos normales y consiguen evidenciar precozmente las alteraciones neuromusculares y sensoriales al iniciarse las solicitudes del entorno y del terapeuta.
Su aplicación permite diferenciar al paralítico cerebral de los demás cuadros. Los resultados indicarán qué técnicas deben intervenir a continuación o paralelamente al proceso de estimulación general.
A pesar del progreso en prevenir y tratar ciertas causas de la parálisis cerebral, el
número de niños y adultos afectados no ha cambiado o quizás haya aumentado algo en los últimos treinta años. Esto es en parte debido a que más bebés críticamente prematuros y débiles están sobreviviendo por las mejoras de los cuidados intensivos. Muchos de estos bebés padecen de problemas en el desarrollo del sistema nervioso o sufren de daño neurológico.
Muchos individuos con parálisis cerebral no tienen otros trastornos médicos asociados. Sin embargo, los trastornos que involucra el cerebro y obstaculizan su función motora pueden causar también convulsiones y menoscabar el desarrollo intelectual del individuo, su atención al mundo exterior, la actividad, la conducta, su visión y la audición.
Hoy en día, la parálisis cerebral se clasifica en cuatro categorías amplias - la espástica, atetosis ataxia y formas combinadas- según el tipo de perturbación en el movimiento.
EL DESARROLLO MOTRIZ
El área motriz se relaciona principalmente con los movimientos coordinados de los músculos grandes y pequeños del cuerpo. Los movimientos de los músculos grandes generalmente se conocen como actividades motrices gruesas. Por ejemplo sentarse, gatear, caminar, correr....Las actividades
motrices finas, movimientos de los músculos pequeños, son algunas veces refinamientos de las gruesas.
Los médicos diagnostican la parálisis cerebral poniendo a prueba las destrezas motoras del niño y observando cuidadosamente el historial médico del niño. Además de verificar los síntomas de - desarrollo lento, tono muscular anormal y postura irregular- el terapeuta también pone a prueba los reflejos del niño y observa la tendencia inicial en cuanto a la preferencia de mano.
La parálisis cerebral no se puede curar, pero a menudo el tratamiento puede mejorar las capacidades del niño. El fisioterapeuta diseña y lleva a cabo los programas especiales de ejercicios para mejorar el movimiento y la fuerza. Dichos ejercicios van orientados a conseguir por parte del niño el control sobre su propio cuerpo, lo que implica tanto el establecimiento del tono muscular adecuado como las reacciones de enderezamiento, equilibratorias, al mismo tiempo que la comprensión de las relaciones espacio-temporales, todo lo cual le va a permitir desplazarse sin peligro por el espacio circundante. Los comportamientos motrices son de suma importancia por dos razones: proporcionan un medio de expresar destrezas en las otras áreas de desarrollo y son la base del desarrollo cognoscitivo y del lenguaje.
Tanto el equilibrio como la postura proporcionan al niño una base para moverse y entender el medio ambiente. Un niño se mueve para explorar los objetos y las relaciones que existen entre los objetos que le rodean.
Todas estas adquisiciones, si bien no habrían podido tener lugar sin la correspondiente maduración neurológica, son también producto de la experiencia personal del niño, que ha llegado a través de ensayos sucesivos: andando, cayéndose, tanteando...
Aunque algunas de las destrezas motoras finas tienen como requisito previo algunas destrezas motrices gruesas, muchas de los dos grupos se desarrollan simultáneamente. Ambas son tareas físicas que requieren diversos grados de control muscular y coordinación entre los ojos y la mano.
CRITERIOS DE TRATAMIENTO
La terapia- ya sea para el movimiento, el habla o tareas prácticas- es la piedra angular del tratamiento de la parálisis cerebral. El tratamiento fisioterápico comienza en los primeros meses de vida, inmediatamente después del diagnóstico. Los programas de fisioterapia utilizan combinaciones específicas de ejercicios para lograr varias metas:
Prevenir el deterioro o debilidad de los músculos como resultado de la falta de uso ( llamada atrofia por falta de uso ) .
Evitar la contractura, en la cual los músculos se inmovilizan en una postura rígida y anormal.
Mejorar el desarrollo motor del niño, buscando movilidad, función y percepción ( conocimiento de lo que se está haciendo ).
La gravedad de la lesión no es un obstáculo para hacer una indicación terapéutica. La indicación dependerá del grado de colaboración del niño:
Si colabora se usará Bobath, técnica de modelación del comportamiento motor siguiendo la escala del comportamiento motor. Estos programas se basan en la idea de que los reflejos primitivos retenidos por muchos niños con parálisis presentan dificultades mayores para aprender el control voluntario. El fisioterapeuta procura contrarrestar estos reflejos poniendo al niño en un movimiento opuesto.
Si no colabora se puede usar los patrones- basado en que las destrezas motoras deben enseñarse en la misma secuencia que se desarrollan normalmente- , Vojta - que trata de alcanzar mediante provocación de estímulos programados, el compromiso global de cadenas cinemáticas musculares de forma progresiva, con el fin de potenciar el equilibrio y logros posturales contenidos en estos movimientos provocados- ...
A partir de los nueve meses el tratamiento fisioterápico es más específico, ya que se van sedimentando los síntomas.
TRATAMIENTOS GENERICOS
Terapia respiratoria.
Terapia circulatoria.
Tratamiento postural.
TRATAMIENTOS ESPECÍFICOS
Método Bobath: Cinesiterapia Pasiva, Asistida, Libre y Resistida.
Método Vojta: Primero de Volteo, Reptación.....
Temple-Fay: Patrones homolaterales, heterolaterales
EL PAPEL DE LOS PADRES
Los padres son los que van a tener el papel esencial en la habilitación y recuperación de su hijo. Es de gran importancia el trabajo de los padres en casa, ya que ellos son los que están en un contacto más directo con su hijo.
El programa de tratamiento enseñado en el centro a los padres deberá contener exclusivamente los ejercicios adecuados a cada situación, no debiéndose pasar a
ejercicios más complicados hasta que estén superados los iniciales, por todo ello es fundamental la coordinación y colaboración entre los profesionales del centro y los padres.
En algunos casos se dejarán ejercicios para realizarlos exclusivamente el terapeuta en el centro, dada su complejidad o la necesidad de utilizar equipamiento del cual no se dispone en el hogar familiar, en las sesiones programadas. Sin embargo, lo deseable es que todo lo aprendido por los padres, independientemente de su aplicación reglada, se incluya en la relación cotidiana con el bebé. Cuando se enseña a un niño una nueva destreza, es frecuentemente necesario prestarle diversos tipos de ayuda, para asegurarse el éxito en el logro de objetivo. Esta ayuda puede ser física, verbal o visual.
Siempre y cuando los padres necesiten información o apoyo a la hora de llevar a cabo el programa de tratamiento, o bien asesoramiento ante comportamientos o actitudes de su hijo, deberá solicitar una cita con el terapeuta del centro.
Los individuos con parálisis cerebral y sus familias o ayudantes son también miembros importantes del equipo de tratamiento, y deben involucrarse íntimamente en todos los pasos de la planificación, toma de decisiones y la administración de los tratamientos.
A veces, sin embargo, los médicos y padres de familia se enfocan en un síntoma individual- especialmente en la incapacidad de caminar. Mientras que el dominar habilidades específicas es un enfoque importante del tratamiento diario, la meta final es ayudar a los niños a crecer hacia la edad adulta y tener independencia máxima . En las palabras de un médico, "Después de todo, la meta de caminar es moverse del punto A al B. Aun cuando un niño necesite de una silla de ruedas, lo importante es que pueda lograr la meta."