La salud es un hecho social, se trata de un fenómeno multidimensional y multicausal que trasciende la intervención estrictamente médica, relacionándose además con la economía, la política, la cultura y la ciencia, por lo tanto, es un asunto individual y colectivo al unísono. De ahí que, todos los procesos anteriores no están aislados, ni son independientes, sino que se superponen unos con otros, por lo que en la Agenda 21 (1998) se determinó que “la salud depende en último término de la capacidad de controlar la interacción entre el medio físico, el espiritual, el biológico el económico y social” (p.82), por ello, debe entenderse como un fenómeno social que sólo puede ser explicado teniendo en cuenta que se trata de una estructura de alto grado de complejidad, tanto integral como sistemática, debido a la interrelación de múltiples variables que determinarán el grado de bienestar o enfermedad del individuo.