La electroterapia utiliza los campos magnéticos como un medio para penetrar más profundamente en los tejidos vivos y obtener un estímulo terapéutico a mayor profundidad de lo que permite la estimulación eléctrica aplicada directamente sobre la piel. Somos más permeables a los campos magnéticos que a los flujos de corriente eléctrica.
Los seres humanos vivimos inmersos en un campo magnético, desde que nacemos nos envuelve, orienta a las aves en sus migraciones y por medio de la brújula a infinitos navegantes antes de la aparición de los GPS. Lo que es nuevo es el descubrimiento de que determinados tipos de campo magnético son capaces de elevar la densidad de tejido óseo de una cadera con osteoporosis, de colaborar en la cicatrización de una herida o disminuir un proceso inflamatorio como una bursitis o una tendinitis.
Podemos considerar a la onda corta y al microondas aplicados de forma pulsada como magnetoterapia de alta frecuencia, ya que sin apenas efecto térmico sus indicaciones y eficacia se debe exclusivamente al componente magnético.
La magnetoterapia propiamente dicha no tiene un componente capacitivo, como la onda corta, ni trabaja con frecuencias elevadas como las microondas, los actuales magnetrones son equipos que generan campos magnéticos pulsados a una frecuencia entre 10 Hz. Y 50 Hz., que se puede variar en función de la patología, estos equipos de electroterapia suelen incluir programas adaptados a las diversas dolencias que permiten tratar y también permiten optar por modificar los diversos parámetros preestablecidos.
Los magnetrones trabajan con campos magnéticos sin efecto térmico alguno, campo magnético que se genera en un selenoide al que se aplica una corriente alterna de baja frecuencia.
Los paciente le suelen llamar el tubo al magnetrón, ya que cuando se acuestan el la camilla el selenoide que les rodea tiene esa forma; “el tubo” se desplaza por la camilla hasta la zona a tratar de forma manual o mecánica, incluso en algunos equipos se pueden programar más de un tratamiento, o un desplazamiento que permita tratar todo el cuerpo con un recorrido pautado.
El éxito de la magnetoterapia ha derivado en diversas modalidades con escasa bibliografía en relación a su efectos, hablamos de todo tipo y variedad de imanes a colocar sobre zonas dolorosas, plantillas , almohadas, colchones, y un largo etc de técnicas denominadas magnéticas o de imanterapia.
APLICACIONES MÁS COMUNES DE LA MAGNETOTERAPIA
En traumatología : lumbalgia, dorsalgia, cervicalgia, artrosis.
Medicina deportiva: esguinces, contracturas, bursitis, tendinitis.
Neurología: neuralgias, cefáleas, dolor fantasma.