El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes, en el mundo del deporte y en la vida cotidiana, es junto a las lesiones de la espalda una de las patologías que tratamos más a menudo los Fisioterapeutas. En general presenta una buena evolución, sobre todo si ha sido posible inmovilizar la zona dañada y permitir la movilidad parcial de los territorios sanos, evitar la inmovilización clásica con escayola y permitir que el pie pueda cumplir parte de su función natural va a facilitar una recuperación acelerada de la patología.
Es también es una de las lesiones que, sin ser de gravedad, deja más a menudo efectos secundarios negativos, todos hemos oído hablar de las secuelas de un esguince de tobillo mal curado y de cómo se genera y mantiene un cierto grado de dolor y una inestabilidad en la articulación que termina cronificándose.
Por un lado es esencial un diagnóstico claro que nos indique la extensión de la lesión, si hay rotura añadida y en qué grado, lo cual nos orientará al desarrollo de un plan de tratamiento resolutivo que disminuirá los efectos negativos.
En el momento del esguince lo inmediato es dejar de mover la articulación, no forzarla ni probarse uno mismo, una lesión que supone una leve afectación puede convertirse en un problema real si cargo el peso del cuerpo sobre el tejido dañado, ello generará un edema mayor y una evolución mucho más lenta, como mínimo.
La aplicación de hielo de forma inmediata va a contribuir a disminuir la inflamación, es preciso hacerlo correctamente: colocar un paño o una toalla secos sobre el tobillo y sobre este tejido la típica bolsa de hielo o los modernos packs de gel que ya hay en toda farmacia u ortopedia, usarlo durante 8-10 minutos y revisar, aplicar varias veces al día, podemos extender el tiempo de aplicación siempre hasta un máximo de 20-30 minutos siempre que revisemos y haya una sensibilidad conservada. A ser posible colocar el tobillo en una posición elevada para favorecer el drenaje.
El tratamiento médico debe complementarse, si es el caso, con un buen vendaje funcional, ello hará que el paciente pueda moverse aunque sea con ayuda de bastones, pero permitiendo un cierto apoyo del pie, todo lo cual favorecerá que el proceso de regeneración del tejido se produzca siguiendo las líneas de fuerza que corresponden a la tensión en la que se establece la carga sobre el ligamento, favoreciendo una rehabilitación más temprana y una vuelta a una correcta propiocepción activada por no haber perdido la funcionalidad completa del pie que puede llegar a provocar una escayola o la falta de apoyo.
RESUMEN ANTE UN ESGUINCE DE TOBILLO:
- Inmovilización de la zona afectada hasta poder acudir a la consulta médica o de fisioterapia.
- Evitar al máximo el edema con la aplicación adecuada de hielo.
- Elevación del tobillo.
- Aplicación de vendaje funcional.
- Aprendizaje de ejercicios de propiocepción y fortalecimiento de la musculatura de miembros inferiores para evitar futuras recidivas.