Autor: Carlos Casas Requejo.
Grado de Fisioterapia Universidad de Alcalá de Henares.
Nº Colegiado 9363
Últimamente son muchos los pacientes que me preguntan qué diferencias existen entre un fisioterapeuta, un osteópata y un quiropráctico, o incluso un masajista. Creo que para el mundo de la fisioterapia está clara la diferencia, pero no tanto para el resto de personas, incluidos algunos compañeros sanitarios. Aquí mi pequeña aportación para intentar aclarar las dudas, es la primera vez que escribo en un blog así que espero que le sea útil a alguien.
¿Qué es un fisioterapeuta?
Hay muchas definiciones para determinar qué es un fisioterapeuta, una de ellas la dio la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1958. Según la OMS, la fisioterapia es "la ciencia del tratamiento a través de: medios físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia. Además, la fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución".
¿Qué quiere decir esto? Pues que es el fisioterapeuta está capacitado para aplicar todas estas terapias: no sólo damos masajes sino que podemos aplicar técnicas válidas y necesarias en áreas tan específicas como la neurología o la respiratoria, pasando por cardiología y sin olvidar nunca el sistema músculo-esquelético, sobre todo con ejercicio terapéutico y medios físicos. También somos capaces de diagnosticar nosotros solos. Todo ello gracias a los conocimientos adquiridos a través de la formación universitaria, actualmente de cuatro años en nuestro país.
Entonces ¿qué es un quiropráctico?, ¿y un osteópata…?
Un quiropráctico es una persona que trabaja específicamente en el sistema músculo-esquelético del paciente con el fin de corregir sus problemas en el sistema nervioso y el músculo-esquelético, así como los efectos que estos problemas acarrean en su salud. El tratamiento no requiere cirugía o fármacos. Muchas personas asocian los quiroprácticos con el trabajo en la columna. No obstante, ellos se dedican al sistema músculo-esquelético.
La osteopatía tiene un enfoque asistencial diferente: parte de un sistema de diagnóstico y tratamiento específico para incidir en la estructura del individuo y en los problemas mecánicos que pueden aparecer. Fue desarrollada por Andrew Taylor Still y se basa en la creencia de que huesos, músculos, articulaciones y tejido conectivo no sólo tienen la función evidente de formar parte de nuestro cuerpo, sino que desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la salud. Centran su praxis en el tratamiento de los tejidos blandos: buscan liberar la energía atrapada en los músculos mediante manipulaciones.
¿Dónde está el problema?: las maniobras pueden ser tan eficaces como cualquier otra.
El problema no es la técnica sino que, en España, dichas áreas de conocimiento -quiropraxia y osteopatía- son propias del fisioterapeuta, el único que legalmente puede practicarlas.
“La legislación española (Real Decreto 1001/2002) establece que son funciones de los fisioterapeutas, entre otras, el establecimiento y la aplicación de cuantos medios físicos puedan ser utilizados con efectos terapéuticos en los tratamiento… y la realización de actos y tratamientos de masaje, osteopatía quiropraxia, técnicas terapéuticas reflejas y demás terapia manuales específicas, alternativas o complementarias afines al campo de la fisioterapia” puntualizaba el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, Miguel Villafaina, para la revista del colegio valenciano.
La osteopatía y la quiropraxia están reconocidas por la OMS como medicina tradicional complementaria y valora que deben ser profesionales sanitarios titulados y regulados quienes las apliquen. Esa es la diferencia, en España se consideran conocimientos propios de la fisioterapia y la formación para ejercerlas solo pueden impartirla legalmente en las facultades de Fisioterapia o en los cursos oficiales de postgrados.
El artículo 27.1 de la Constitución reconoce la libertad de enseñanza, lo que facilita que, al margen de la formación oficial, puedan existir otros tipos de formación reguladas. Éstas, al no estar reconocidas oficialmente, carecen de cualquier posibilidad de habilitación profesional, por mucho nombre que tenga la entidad que las imparte.
En el caso de los masajistas es parecido, no es una enseñanza universitaria y sólo el fisioterapeuta puede aplicar el masaje terapéutico. Un masaje relajante podría aplicarlo un masajista pero sus conocimientos del sistema músculo-esquelético siempre serán menores que los de un fisioterapeuta.
En conclusión, yo nunca descalifico las técnicas empleadas en la osteopatía o la quiropraxia, todo lo contrario, las valoro como útiles, como una herramienta más a la hora de tratar al paciente. Tampoco considero que una técnica sea más válida que otra, siempre dependerá del estado del usuario, ya que cada paciente es único y así debe ser su tratamiento. Lo único que puntualizo es que, a la hora de elegir en manos de quién dejamos nuestra salud, debemos asegurarnos de que ese quiropráctico o ese osteópata antes ha de tratarnos ha cursado la carrera de fisioterapeuta y esta habilitado legalmente para aplicarnos la terapia que considere oportuna.
Bibliografía:
- Policy statement: Description of physical therapy
- https://www.cfisiomad.org/pages/informacion_fisioterapia.aspx
- https://www.bls.gov/oco/ocos071.htm
- General Osteopathic Council
- https://catalogosvirtuales.com/fisioterapia-mayo-2014/#20