Fisioterapia en la artrosis, sus causas y tratamiento con terapias físicas


Fisioterapia en la  artrosis, sus causas y tratamiento con terapias físicas

La artrosis es una patología reumática, el cartílago articular degenera por diversos motivos y aparecen una serie de síntomas tales como dolor y  limitación de la amplitud articular que  disminuyen la funcionalidad.

El paciente ve afectada su movilidad y la calidad de vida puede llegar a quedar muy deteriorada. Entre las causas más comunes se encuentran el sobrepeso, la edad avanzada y las debidas a la propia genética del paciente. Indudablemente todo se vuelve más complejo si nuestros genes son proclives, tengo sobrepeso y una edad avanzada. Así que hay aspectos en los que no voy a poder influir como la herencia que como cuerpo físico recibo de mis padres, pero si puedo actuar frente a un envejecimiento prematuro por falta de actividad física y en cuanto al sobrepeso con  los cuidados nutricionales adecuados puedo limitar el alcance de esta patología cada vez más común.

Nos encontramos a veces con pacientes jóvenes que debido a una intensa actividad en el deporte que practican, someten a algunas de sus estructuras articulares a tal esfuerzo que hace que nos hallemos con articulaciones envejecidas por sobrecarga extrema, una mala orientación en la planificación del entrenamiento puede llevar a estos extremos, es preciso que ante los primeros síntomas de dolor articular acudamos al médico, con un diagnóstico temprano un fisioterapeuta puede ayudar sobremanera a impedir que el proceso acabe degenerando en una situación incapacitante.

Fisioterapia de la artrosis.

El fisioterapeuta es el especialista en terapias físicas que la ayudará a mejorar la funcionalidad y reducir el dolor articular eficazmente. Cada paciente es diferente y el tratamiento personalizado  orientado a los síntomas que generan más preocupación es imprescindible,  también debemos  limitar el alcance en la  evolución de esta patología tan insidiosa. Así que nuestro objetivo es disminuir la sintomatología  y  limitar el progreso de la misma.

Fisioterapia. Tratamiento de la artrosis.

  • Una de las técnicas más eficaces con las que he trabajado durante 25 años es la Diatermia Capacitiva, todavía para muchos una desconocida, pero que poco a poco se va extendiendo por más clínicas de fisioterapia. Es sorprendente ver como en apenas tres sesiones en la mayor parte de los casos los síntomas comienzan a remitir y la calidad de vida mejora. No es la panacea, pero es lo que más se le parece. Ahora la han descubierto los deportistas de élite y ello hace que avance su reconocimiento y eficacia para el gran público.
  • Programa de ejercicios terapéuticos, establecidos atendiendo a las particulares limitaciones del paciente y orientados tanto al desarrollo de la fuerza como a mejorar la amplitud articular. También son un componente esencial para obtener una eficaz pérdida de peso, aumentan el gasto energético al mismo tiempo que fortalecen la musculatura.
  • Valoración de la actividad deportiva que pueda estar a su alcance, natación, bicicleta, o simplemente caminar, así como las condiciones para que no agraven su artrosis.
  • Terapia manual en los casos que sea preciso relajar de modo intenso la musculatura que se inserta en la articulación afectada, mejorando así tanto su movilidad como disminuyendo la sensación dolorosa.
  • A las técnicas de relajación les pasa como a  la Diatermia, siguen siendo poco conocidas o usadas en fisioterapia y eso que forman parte de nuestro programa de formación universitario, si enseñamos a nuestros pacientes a relajar la musculatura afectada, el umbral de percepción del dolor se elevará y el  grado de molestia que causa este síntoma disminuirá notablemente.
  • La educación postural orientada al puesto de trabajo y a las actividades de la vida cotidiana, son el medio por el cual es posible llevar una vida activa sin empeorar la sintomatología.
  • Asesoramiento para el uso correcto de la termoterapia en el domicilio del propio paciente.

No es extraño que nos encontremos ante un paciente diagnosticado de artrosis de rodilla y que sea precisamente la rodilla que tiene menos artrosis aquella acerca de la cual nos refiere más molestias, en ocasiones un golpe o un sobreesfuerzo en esa zona concreta es responsable de que aparezcan unos síntomas hasta ahora ocultos. Si actuamos inmediatamente utilizando técnicas de electroterapia antiinflamatorias y calmantes las molestias declinarán rápidamente, la artrosis sigue presente pero los síntomas que afectan a la calidad de vida del paciente disminuyen de modo notable.