La fibromialgia (FM) es una patología caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado y exacerbado a la presión en determinados puntos corporales y asociada a una sintomatología amplia y variada; cuyo principal síntoma es el dolor1,2. Según el EPISER3, se estima en 2,4% la prevalencia de la FM en la sociedad española y representa el 15,7% de las primeras consultas en reumatología.
El aspecto más invalidante de la fibromialgia es la clínica álgica que sufre el paciente, de forma que se ha utilizado el dolor como parámetro de referencia para cuantificar los efectos terapéuticos del protocolo de tratamiento actualizado.
El primer parámetro analizado es el propio espacio muestral con el objeto de determinar si los individuos que la componen la muestra son representativos de la población fibromiálgica.
La primera parte del análisis tiene por objeto demostrar la validez del modelo fascial de la fibromialgia, es decir, probar la capacidad del modelo para caracterizar al paciente fibromiálgico.
El ensayo clínico se ha elaborado mediante análisis estadístico a partir de datos obtenidos a través de un cuestionario específicamente desarrollado a tal efecto.
Evaluar la validez del modelo fascial, pasa por comprobar que los pacientes fibromiálgicos responden a los postulados del modelo. Por ello, deben cumplir los requisitos diagnósticos previstos en el enfoque fascial de la enfermedad, es decir: