La gimnasia Hipopresiva está a la orden del día, son muchos los famosos que nos han ayudado a los fisioterapeutas a que se conozca a nivel mundial pero no todos están formados correctamente ni tienen el espacio ni directrices iniciales.
En este artículo exponemos 4 consejos para que puedas implementar esta disciplina en tu lugar de trabajo, de forma segura y que funcione.
1 FORMACIÓN:
Es indispensable tener la formación en ejercicios hipopresivos, sabiendo dirigir los parámetros, explicándolos bien para que sean correctos. A diferencia de Pilates suelo, por ejemplo, este tipo de ejercicio tiene unos parámetros de inicio que hay que saber explicar pues, de lo contrario, el ejercicio será fallido. En pilates los movimientos son fluidos y, normalmente, armoniosos, por lo que se puede ir adaptando poco a poco, en hipopresivos se deben mantener constantes y fijos. Una recomendación que nunca falla es que la persona que imparte la clase lo sepa hacer perfectamente, sabiendo cuáles pueden ser los fallos más comunes, y si ya tiene el grupo pensado de personas que van a asistir, sepa muy bien sus patologías y objetivos, para que el ejercicio sea 100% satisfactorio.
2 PÚBLICO:
Dependiendo de la clínica o centro de fisioterapia, el público puede ser mayor, joven, hombres, mujeres, deportistas, mamás… Por lo que, sabiendo los grandes beneficios que conlleva este ejercicio, se adapte a ese grupo objeto. Por ejemplo, si el centro tiene mayoritariamente hombres deportistas jóvenes, la publicidad no sería adecuada para tratamiento postparto, puesto que, aunque puede que el boca a boca pueda funcionar, no es lo que más rápido va a ir en este caso. Sin embargo, si para este grupo de personas se publicita de modo que puedan alcanzar sus objetivos: problemas de espalda, fortalecimiento abdominal, mejora de relaciones sexuales…. Lo más probable es que funcione con más rapidez.
Es muy importante hacer bien el análisis y diferenciarte de la competencia, llevando esta disciplina a tu público actual primero, al que ya te conoce, en lugar de buscarlo fuera.
3 MATERIAL:
Una de las grandes ventajas de este ejercicio es que el material es escaso, para empezar sólo se necesitan colchonetas y un espejo (recomendado para que la persona pueda ir corrigiéndose sola una vez conozca la disciplina).
Cuando ya se llevan varias sesiones y ya entran en juego las variaciones de ejercicios que tú mismo puedes ir adaptando a tu grupo, puedes meter pelotas grandes y pequeñas, cintas o lo que se vaya necesitando.
4 PROMOCIÓN:
Ya hemos hablado que debemos tener claro el público objeto, a partir de ahí y sin gastar mucho, damos unas recomendaciones básicas, que pueden servirte para cualquier servicio que quieras desarrollar:
- Vídeo explicando en qué consiste el ejercicio, cuáles son sus beneficios dirigido a ese público, al final se pueden dar el resto de beneficios más rápido.
- Dossier o publicidad en zona visible donde se explique en 4 puntos los beneficios, quién lo imparte y cuándo.
- Distinguir si son grupos reducidos o individuales.
- Una vez se tenga el primer grupo, se puede ampliar el público objeto si es necesario.
Marta García
Profesora del curso de ejercicios hipopresivos
