FIBROMIALGIA PRIMERA PARTE: EL MODELO FISIOPATOLOGICO FASCIAL
Capítulo III PROPUESTA DE CRITERIOS DIAGNOSTICOS ACTUALIZADOS
INTRODUCCIÓN
Según quedó demostrado en capítulos anteriores, el sistema fascial forma una extensa red que se relaciona con todas las estructuras corporales.
Si asumimos que la estructura de un tejido está destinada a cumplir una función y a la inversa, es decir, que para desarrollar una función concreta se requiere una estructura adecuada, se puede inferir que cualquier alteración de la red fascial afectará a su función.
Ahora bien, el sistema fascial interviene en el control postural, siendo su función la de integrar la información procedente de varios sistemas sensoriales de control de la postura. Por lo tanto, si la estrucutra fascial se ve alterada, se producirá una alteración postural en consonancia.
Este hecho permite ampliar los criterios diagnósticos de la fibromialgia, y no limitarse a la manifestación dolorosas de la misma.
Al aplicar esta doble vía diagnóstica se obtiene una clara ventaja sobre los criterios de la ACR:
La percepción del dolor es un concepto subjetivo y dificilmente cuantificable (un paciente puede valorar su dolor como intolerable y otro simplemente como intenso), mientras que las alteraciones posturales son un concepto objetivo y fácilmente medible.
En resumen, según el modelo fascial, la vía de diagnóstico es múltiple:
Por un lado la determinación del cuadro álgico del paciente (estudio de las áreas de atrapamiento fascial y del dolor diseminado) así como el análisis de la sensibilización central.
Por otro lado, la evaluación de las alteraciones posturales en relación a los cambios sufridos por el tejido conectivo.