Hay una relación directa entre terapias manuales y masaje, la actuación del terapeuta con acciones precisas sobre articulaciones, músculos y fascias son un medio eficaz para ampliar la capacidad articular de los pacientes, y cada vez son más tenidas en cuenta no solo en la Fisioterapia clásica sino incluso por lo médicos más ortodoxos.
En el instante presente el masaje y las terapias manuales se encuentran en un momento de máximo esplendor, y así seguirá siendo ya que los resultados garantizan la relación terapeuta – paciente, y además de ello siempre podemos contar con que el masaje aporta una experiencia física y emocional especialmente satisfactoria para el paciente.
El masaje es la medicina original, el masaje es la terapia primera, veterana, primigenia, el masaje es el comienzo del cuidado del cuerpo desde el origen mismo de los tiempos. Como en muchas otras terapias aparecen los primeros contenidos escritos documentados en China, sin embargo para aquellos que como nosotros influidos inequívocamente por el mundo greco latino, no podemos olvidar que junto al nacimiento del concepto de la medicina actual (Juramento Hipocrático, Galeno, etc.) y de la importancia histórica de los Juegos Olímpicos y de los tratamientos, masajes, movilizaciones, etc. que acompañaban las pruebas deportivas. En aquellos tiempos gimnasio y centro terapéutico iban de la mano, el movimiento y el masaje son el origen de las terapias más avanzadas y al mismo tiempo hunden sus raíces en los tiempos más remotos.
Roma no es ajena al uso del masaje y desde el Emperador hasta el gladiador que luchaba por su vida en la arena del circo conocían las excelencias del masaje como método de reposo y terapia de excelentes resultados.
Hoy en día el masaje es ciencia, sus diversas técnicas, aplicaciones y resultados están avalados con pruebas documentadas, cierto es que junto al nuevo comienzo del auge del masaje en occidente comienza a difundirse ampliamente la electroterapia, que además de ser eficaz, permiten aplicaciones masivas en grandes centros hospitalarios, y con un menor esfuerzo físico por parte del terapeuta; en cierta forma el masaje es olvidado en los centros de tratamiento con fuerte asistencia de enfermos o queda reducido a masajes cortos y locales.
Es preciso también señalar que en muchas clínicas, cada vez más, se ve a la electroterapia como un complemento de las terapias manuales y del masaje, y no como una técnica excluyente, cada vez en mayor medida se va concediendo mayor relevancia al masaje y las demás técnicas manipulativas.