Si hay algo absolutamente claro es que no existe uniformidad en cuanto a la nomenclatura aplicable a las diversas técnicas de aplicación del masaje, es más parece universal el que se desarrollen nuevos modos de realizar masaje y todo ello con nomenclaturas nuevas en ocasiones poco aclaratorias, además cada país utiliza su propia forma de llamar a las maniobras básicas, cuando ese país está muy adelantado en la utilización del masaje la nomenclatura en su idioma suele usarse en otros como propia, lo cual contribuye a complicar un poco más las cosas.
A partir de aquí vamos a explicar de forma sencilla una serie sencilla de maniobras esenciales del masaje y con una denominación que hace fácilmente comprensible de que estamos hablando.
FRICCIÓN. En el masaje la técnica de fricción se realiza al establecer contacto con la piel de quien ha de ser masajeado y manteniendo el contacto con la presión adecuada y sin despegar la mano, palma o antebrazo de la zona a masajear friccionamos sobre los tejidos más profundos. Podemos considerar pués que la técnica de la fricción es un masaje que realizamos sobre tejidos más profundos con los tejidos más superficiales de la persona a la que estamos aplicando el masaje. La mano no se desliza sobre la piel, sino que se mantiene pegada a ella mientras se realiza la presión adecuada a niveles más profundos.
Podemos aplicar el masaje por medio de la fricción con toda la mano, con la palma, dedos o incluso con el antebrazo. La piel se desliza sobre los tejidos en que se sustenta. Si consideramos que podemos aplicar diversas intensidades de presión según los efectos que deseemos lograr y que estas pueden ser constantes o intermitentes, en diversas direcciones ascendentes o descendentes, en las que coincidirán o no ambas manos, veremos que el masaje tiene en la técnica de la fricción un poderoso aliado.
FROTACIÓN. La frotación es una técnica de masaje que consiste en establecer contacto con nuestra mano u otra parte útil de nuestro cuerpo con la piel de la persona a masajear y tras ello deslizaremos lentamente con una presión leve nuestra mano sobre el tejido de la persona que recibe el masaje, es una maniobra de masaje superficial, de roce de la piel que nos permite aplicar presiones muy variadas. Podemos realizar frotación con cualquier parte de las manos, con los dedos, con el antebrazo, etc.
La frotación tiene un efecto inmediato sobre la circulación superficial, realizada de la forma correcta favorece el drenaje venosos y linfático además de un aumento de la temperatura local, es una maniobra sedante cuando realizamos maniobras con una baja frecuencia y presión leve en el deslizamiento, pero también puede resultar una maniobra excitante cuando la realizamos con una elevada intensidad y frecuencia.
Si la superficie a tratar es pequeña obtendremos efectos localizados, al contrario si tratamos una zona extensa con la maniobra de frotación podremos influir sobre el Sistema Nervioso Central al disminuir o elevar la excitabilidad el mismo.