Los objetivos que se marcan las técnicas de masaje reflejo modal van más allá de la simple búsqueda de una sensación de relax corporal. El masaje reflejo terapéutico tiene por objetivo la obtención de resultados en el tratamiento de patologías complejas que incluso resultan renuentes a tratamientos clásicos convencionales. El masaje reflejo se aplica con éxito sobre todo en enfermedades que cursan con dolor, tales como cervicalillas, dorsalgias, lumbalgias, produciéndose también éxitos notables en el tratamiento de patologías que afectan a órganos internos.
El procedimiento a seguir será el siguiente: en primer lugar procederemos a explorar el pie en su conjunto, observaremos variaciones en la sensibilidad del pie y especialmente atenderemos a aquellas zonas en que la explñoración nos manifiesta de forma clara la aparición de dolor puntual, tras tener identificados los territorios en que se manifiestan posibles patologías procederemos a realizar el tratamiento terapéutico, que consistirá, según los casos y observando el estado de cronicidad o agudeza de la patología en cuestión, realizaremos presiones circulares o en espiral con el pulgar en la zona refleja afectada, o presiones con rozamiento lento y presión mantenida. Realizaremos un tratamiento focalizado en cada punto a tratar con una duración de un minuto a un minuto y medio, abarcando todo el tratamiento ( desde la exploración al masaje zonal) entre quince minutos y media hora según los casos.
Aunque a primera vista parece una técnica muy primaria de la que no caben esperar grandes resultados, nos es nada extraño llegar a sorprenderse por lo espectacular de los resultados que en muchas ocasiones superan lo esperado.
El masaje reflejo comparte con la acupuntura el concepto de búsqueda de un equilibrio que se logra por medio de la armonización de las energías que recorren nuestro cuerpo, cuando este equilibrio interno se rompe aparecen las patologías que tratando a distancia de las mismas en sus puntos reflejos intentaremos de una forma suave y nada agresiva reequilibrar el organismo..
Será pues preciso que quien aplique esta técnica sea un profesional sanitario con conocimientos y practicas adquiridos dentro de las formaciones regladas por el Ministerio de Educación, para evitar complicaciones o agravamientos de las patologías sobre las que se podría intentar incidir por personas sin suficientes conocimientos anatómicos o fisiológicos.
El masaje zonal actúa sobre puntos dolorosos y los tratamos para normalizar su función refleja, sobre los puntos que tratamos el paciente llega a sentir dolor, que evitaremos sea agudo regulando la presión ejercida, ya que en modo alguno es preciso el sufrimiento del paciente para que el mismo sea efectivo, incluso podríamos lograr el efecto contrario, un exceso de estímulo en un punto reflejo podría agravar la patología que estamos tratando. Poco a poco conforme avanza el tratamiento las áreas dolorosas van cediendo siempre al mismo tiempo que van mejorando los síntomas generales de la patología que estamos tratando. Es indudable que para lograr obtener un resultado suficiente será preciso realizar un tratamiento de al menos dos a tres sesiones semanales hasta que remitan los síntomas.