Mi niño con la edad que tiene y todavía no anda, ¿le pasará algo?, ¿En qué puede favorecerle a mi hijo la fisioterapia?
Son algunas de las preguntas que escuchamos los terapeutas en nuestro día a día.
Muy a menudo hablamos del tratamiento de fisioterapia para niños con parálisis cerebral, niños con autismo, con síndrome de down, con escoliosis y otras enfermedades que afectan al sistema músculo esquelético y desarrollo motor, pero no hace falta que un niño presente ninguna alteración para que pueda beneficiarse de la fisioterapia y no por ello hemos de pensar que puede tener algún tipo de afectación.
Hay bebés que si lo observamos, se mueven mas despacio o no tienen la misma intención de movimiento que otros, ¿significa esto que presentan alguna patología? Claro que no, simplemente son bebés que hay que ayudarles a descubrir el movimiento, enseñarles cómo conseguir sus objetivos, estos pueden ser, cambiar de postura cuando están incómodos o desplazarse por sí mismos para alcanzar un juguete, todo ello son secuencias de movimiento que cada niño va adquiriendo con la edad.
Sabemos los ítems principales del desarrollo psicomotor del bebé, podemos destacar de manera muy resumida, cómo empiezan manteniendo su cabeza, a continuación aprenden a voltear para ganar fuerza en el tronco y disociar cinturas para posteriormente desplazarse reptando, mantenerse sentados solos, gatear a la vez que adquieren la coordinación visual con el movimiento simultáneo de brazos y piernas para pasar a posición de pie, controlar el equilibrio estático en pie y finalmente pasan a andar.
Todo tiene una progresión y un orden, en el cual para conseguir un nuevo movimiento hemos de haber aprendido el anterior, por ello debemos de insistir en respetar a cada niño su ritmo de aprendizaje. De lo contrario, estamos interrumpiendo desarrollo normal del niño, el cual puede tener consecuencias muy desfavorables en el futuro, en el ámbito tanto físico (descoordinación, desestabilidad en general, alteraciones musculo-esqueléticas...) como cognitivo (problemas de compresión, en la lectura, falta de atención, dislexia, dificultad de aprendizaje...).
Ahora sí, los fisioterapeutas, mediante la estimulación temprana podemos cambiar radicalmente la actitud del niño, enseñándoles mediante técnicas de facilitación del movimiento, el correcto aprendizaje e integración del mismo para ir paso a paso siguiendo su desarrollo psicomotor acompañandoles en su camino hacia la independencia funcional.
CLAUDIA DE LA TORRE
COLEGIADA Nº: 6350