Jesús Guodemar Pérez.
Diplomado en Fisioterapia.
Diplomado en Nutrición Humana y Dietética.
Profesor de Fisioterapia General Práctica.
Universidad Alfonso X “El Sabio”.
Miembro del Comité de Redacción del Ilustre Colegio de Fisioterapeutas de Madrid.
La diferencia entre inventar y descubrir es sutil, pero existe. Consideramos que una cosa se ha inventado cuando se halla algo nuevo o que no existía hasta su invención. Por otra parte, descubrir se centra en encontrar algo que existía, pero que no era conocido. Parece mentira, pero estas sutilezas son más comunes de lo que parecen.
Marco Perfetti descubre una nueva metodología de tratamiento del paciente hemipléjico adulto. Su método, el ejercicio terapéutico cognoscitivo, considera la rehabilitación como un proceso de aprendizaje. Se basa en la activación de procesos cognitivos que pueden proporcionar el perfeccionamiento de una capacidad en condiciones patológicas. Estos procesos cognitivos serán la percepción, la memoria, la atención, la vista y el lenguaje. Este planteamiento de tratamiento visualiza la rehabilitación del paciente como un aprendizaje donde cobran especial importancia la información aferente para planificar la acción y seleccionar el programa motor correcto. Para ello, el paciente se ha de plantear una hipótesis que tiene que resolver mediante la atención y la recepción. Esta hipótesis perceptiva permite establecer un medio de conocimiento con el mundo exterior que requiere una organización motora determinada. De esta forma se producen unas contracciones musculares concretas que permiten establecer una estrategia concreta que será el contenido del ejercicio. Con estas tareas el paciente logra controlar las reacciones anormales al estiramiento que más tarde automatiza, así como las irradiaciones anormales y las alteraciones del reclutamiento
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Pero este método innovador no inventa nada que previamente no fuera conocido o descubierto. Releo ahora, con entusiasmo y sorpresa, que un paciente del neurofisiólogo Oliver Sacks en 1958 ya había establecido el primer eslabón de la cadena de su teoría. “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” es el primer capítulo y el nombre de uno de los libros más interesantes que ha escrito este autor. En él se relata el caso de un profesor de música con agnosia visual. Este hombre había perdido completamente el mundo como representación. Para suplir el déficit que le causaba esta patología degenerativa canturreaba melodías concretas para cada las actividades de su vida, utilizándolas de guía y representación del mundo. También elaboraba hipótesis cognitivas de cada uno de los elementos que le rodeaban y con los que tenía que interrelacionarse a través del tacto. Sin quererlo descubro, que un paciente del doctor Sacks en la década de los cincuenta se inventó su propio método de tratamiento para solucionar el problema de no entender el mundo a través de representaciones visuales.
Es cierto, que la orientación del método de Perfetti es distinta, pero la idea de la elaboración de hipótesis cognitivas para suplir o solucionar una patología ya estaba inventada. No quiero quitar méritos a Marco Perfetti, ya que logra enfocar la rehabilitación con una nueva perspectiva, como un proceso de aprendizaje. Tampoco deseo crear la imagen de que ha usurpado la idea a un antiguo paciente de Sacks porque no sería cierto. Tan sólo pretendo demostrar que la mayoría de los pensamientos brillantes y de las técnicas más innovadoras suelen estar inventadas, sólo hay que descubrirlas.