El sistema muscular y articular se beneficia de forma considerable por los efectos de la tecarterapia. La acción de la corriente en estos sistemas se puede dividir en tres:
- Acción antiespasmódica y antiinflamatoria
- Acción antálgica
- Acción cicatrizante
La acción antiedematosa y antiinflamatoria se aprecia especialmente después de la aplicación de la tecarterapia. Tras ella, se asiste siempre a una reducción importante del edema celular, fenómeno ligado a una normalización del potencial eléctrico transmembranal, y consecuentemente, a una recuperación cinética enzimática y de los fenómenos reparadores de cualquier tipo de célula. La descompresión resultante de la disminución del edema libera las aberturas vasculares y permite una normalización de la circulación.
La acción antálgica se asocia en consecuencia a la compresión y a la inflamación, a las que el dolor va ligado. Tras la utilización de las corrientes de tecarterapia se asiste a un efecto antálgico.
La acción cicatrizante, finalmente, favorece la aceleración de la reparación tisular, que se debe al efecto directo de la corriente de tecarterapia a nivel molecular.
Patología osteo-articular y muscular
- Heridas y transtornos de las articulaciones
- Heridas de ligamentos
- Torcedura de tobillo
- Cartílago desgarrado
- Gota
- Las artritis gonocóccicas
- Osteoartritis
- Tratamiento del dolor y la inflamación
- Rigideces y anquilosis
- Miopatías primitivas
- Atrofias musculares
- Reumatismo muscular
- Reumatismo articular
- Otras aplicaciones
Heridas y transtornos de las articulaciones
Las articulaciones están hechas para funcionar de forma específica, y el movimiento, más allá del alcance normal o en una dirección antinatural, puede provocar una herida. Tales heridas pueden ser el resultado de un golpe, una caída o, a veces, del uso excesivo. Artritis es un término general empleado para describir varios trastornos que causan articulaciones dolorosas e hinchadas. El tipo más común es la osteoartritis. La tecarterapia juega en este tipo de patologías un destacado papel. La tecarterapia tiene una impotante acción en los síndromes degenerativos, inflamatorios, traumáticos y distróficos del sistema osteo-articular, como en las miopatías primitivas, atrofias musculares, reumatismo muscular y reumatismo articular dentro de las patologías músculo-articulares.
Heridas de ligamentos
Los ligamentos unen los extremos de los huesos. Si se tira demasiado de los huesos de una articulación, separándolos, a menudo como resultado de un movimiento repentino o inesperado, o demasiado forzado, el resultado es la hinchazón, el dolor, el espasmo muscular y, si la herida es grave, la inestabilidad e incluso dislocación de la articulación. La acción antiespasmódica, antálgica y cicatrizante de la tecarterapia actúa en las heridas de ligamentos de forma muy efectiva, al contribuir en distender la musculatura, en aliviar el dolor y en estimular la regeneración de los tejidos rotos.
Torcedura de tobillo
Una torcedura es un desgarro parcial de un ligamento, que se produce con especial frecuencia en el mundo del deporte. El tobillo se desgarra a causa de una caída, un tropiezo que hace recaer todo el peso del cuerpo sobre el borde exterior del pie. Los efectos fisiológicos de la tecarterapia están plenamente indicados en esta patología, pues se disminuye la sensación dolorosa, se reduce la inflamación con la consecuente reabsorción de los líquidos sinoviales por el organismo y se acelera la regeneración de los tejidos sanos.
Gracias a la acción hemolinfática favorece la reabsorción del edema
Cartílago desgarrado
Uno de los tipos de cartílago que hay en el cuerpo es un tejido conjuntivo firme, flexible y ligeramente elástico. En la rodilla, los meniscos hechos de este fibrocartílago acolchan los huesos ante una fuerza excesiva. Si un menisco se desgarra, lo que puede ocurrir al retorcer la rodilla durante un ejercicio físico, puede tener que practicarse una meniscectomía para extirpar todo o parte del cartílago dañado. Sin embargo, también es posible provocar la regeneración de este tejido a través de la aceleración de reproducción de esas células, con lo cual se podría llegar a evitar la intervención. Se acelera la regeneración del tejido dañado
Gota
La gota, llamada también artritis inducida por cristales, es causada por un dolor repentino y fuerte, así como hinchazón y enrojecimiento de una sola articulación, habitualmente la base del dedo gordo del pie. Más común en los hombres que en las mujeres, viene causada por excesivo ácido úrico en el cuerpo. La tecarterapia tiene una acción muy importante sobre esta patología, al estimular y acelerar la disolución y excreción del ácido úrico a través de la orina. Los resultados demuestran ser de alto nivel de satisfacción, ya que la acción calmante de la corriente diatérmica sosiega el dolor, resuelve la hinchazón y acelera que en pocos días todo vuelva a su estado normal.
Favorece el drenaje y la eliminación de los cristales de ácido úrico
Las artritis gonocóccicas
La gran susceptibilidad del gonococo a la elevación de temperatura (temperaturas por encima de 38,5 grados detienen ya su vitalidad y con temperaturas de 40 grados son absolutamente destruidos) es una de las causas por las que la tecarterapia constituye una indicación absoluta en estos procesos. Los efectos antiinflamatorios, antálgicos y reductores del edema que suponen un alivio importante para el afectado por una artritis gonocóccica se suman a la acción beneficiosa de que todos los elementos que constituyen la articulación (huesos, cartílagos, sinovial, etc.) son atravesados por el calor diatérmico. Debido a este efecto, la tecarterapia desempeña una acción favorable en los procesos crónicos articulares de origen gonocóccico, que pueden llegar a producir como consecuencia alteraciones periarticulares y retracciones de la sinovial, lesiones que determinan contracturas y rigideces articulares.
Se reduce la inflamación en la articulación La termopenetración se puede complementar con movimientos pasivos de la articulación, que no son posibles antes de la diatermización del miembro, pero sí durante ella. Las causas de que una articulación rígida y dolorosa pueda soportar estos movimientos que cada día son más amplios estriban, por un lado, en la acción analgésica de la corriente, que además hace desaparecer la contractura refleja de defensa. Por otro lado, la hiperemia activa producida en los tejidos de la cápsula y de la sinovial determina una mayor flexibilidad y elasticidad de éstas, que permite una extensión mayor en sus movimientos. Combinando, pues, estos métodos, diatérmico y de gimnasia activa y pasiva, se logran, en tiempo relativamente corto, curaciones muy satisfactorias.
Osteoartritis
La osteoartritis puede afectar sólo a una articulación y su causa suele ser de "uso y desgaste". Como el cartílago se desgasta a medida que envejece el cuerpo, la mayoría de gente empieza a sufrir hacia los 60 años una forma suave de osteoartritis. Al tender en nuestras sociedades a la prolongación de la edad media de vida, la tecarterapia puede ser un medio de tratamiento clave para atenuar los procesos derivados de esta enfermedad, y combatir el dolor y la inflamación, así como fomentar la regeneración del cartílago articular. El aumento de circulación y el aporte extraordinario de oxígeno y nutrientes favorece la disminución del proceso degenerador que hace al hueso más áspero y delgado. También contribuye a la regeneración de los osteoblastos y a la reabsorción por el organismo de los derrames de líquido sinovial causados por la degeneración del cartílago.
El aporte suplementario de oxígeno y nutrientes favorece la normalización de los tejidos desgastados
Tratamiento del dolor y la inflamación
Los trastornos de las articulaciones están directamente vinculados con la aparición del dolor y de la inflamación. El tejido dañado provoca la liberación de prostaglandidas, que estimulan alas terminaciones nerviosas y provocan la dilatación de los vasos sanguíneos y el flujo de leucocitos a la zona. La acción antiinflamatoria, antálgica y antiespasmódica de la tecarterapia contribuye a reducir la hinchazón y la elimación de las toxinas resultantes a través del sistema de refrigeración corporal por sangre. Contribuye también a acelerar la reabsorción del edema por el cuerpo, reduciendo el tiempo de convalecencia a menos de la mitad.
Se liberan las endorfinas, se reduce la inflamación y el dolor
Hay dolor e inflamación
Rigideces y anquilosis
En las rigideces articulares y anquilosis de origen traumático, la tecarterapia como método puede dar excelentes resultados. Lo mismo se obtiene también en el tratamiento consecutivo a las fracturas, en el que la tecarterapia llena una serie de indicaciones a cuál de más importancia, como son la de combatir la atrofia muscular y cutánea, y ayudar por su acción especial a moviIizar las articulaciones que han estado largo tiempo inactivas.
Miopatías primitivas
Las miopatías primitivas tipo Duchenne, Leyden-Moebius, Landouzy-Déjérine, etc., son consideradas como incurables; en ellas la galvanización v faradización se hallan contraindicadas, pues el trabajo a que se sometería a los músculos con estos métodos podría acelerar su degeneración. En estas enfermedades podemos, no obstante, mejorar el estado local en lo que respecta a su nutrición, mediante el masaje y la tecarterapia.
Atrofias musculares
En las atrofias musculares consecutivas a los traumatismos, bien sea por lesión de los mismos músculos o bien porque esta atrofia se haya presentado después de una inacción prolongada, el efecto del calor diatérmico es de un valor inestimable. El aumento del riego sanguíneo y la activación de los cambios nutritivos aceleran considerablemente el restitutio ad integrum y la convalecencia se abrevia de manera extraordinaria. Lo mismo sucede en las atrofias musculares que sobrevienen después de las luxaciones, esguinces u otras lesiones articulares, y que por causa de éstas, y en virtud de un mecanismo mal conocido, aunque se suponga que sea por causa refleja, no dejan nunca de presentarse.
Se acelera el proceso de normalización de las atrofias musculares
Reumatismo muscular
En el reumatismo muscular la termopenetración a través de tecarterapia presta excelentes servicios y se halla plenamente indicada; los lumbagos y tortícolis se mejoran extraordinariamente desde las primeras sesiones, y muchas veces bastan tres o cuatro de ellas para alcanzar la curación completa. Destaca la acción de la tecarterapia en la traumatología de los accidentes del trabajo como la tortícolis y la distensión lumbar, entre otras.
La distensión lumbar, por ejemplo, unas veces es una distensión de la masa constituida por el sacrolumbar, dorsal largo y cuadrado de los lomos; otras veces es un reumatismo muscular o una neuralgia de los nervios sensitivos de estos músculos. En cualquiera de estos casos, la tecarterapia da excelentes resultados por virtud de su acción terapéutica.
Reumatismo articular
Así como el reumatismo muscular y la artritis gotosa deben tratarse por medio de la termopenetración inmediatamente después de su manifestación, el reumatismo articular, por el contrario, no se debe comenzar a tratar por este procedimiento mientras se halle la enfermedad en pleno estado de agudeza. Las monoartritis son las que presentan menos dificultades técnicas para ser tratadas. La acción antálgica de la tecarterapia es determinante en estas patologías.
Se reduce la inflamación en la articulación
Otras aplicaciones
Otras aplicaciones de la tecarterapia son: las fracturas de fatiga y secuelas de fracturas postquirúrgicas (posible aunque la fractura esté todavía enyesada), la endermedad de Scheuerman y de Oswood Schaleter, tendinitis, tenomiositis, periosteitis, estiramientos musculares, desgarros y rupturas de fibras musculares.