CUADRO CLINICO:
Paciente de 48 años.
Artritis reumatoide deformante desde hace catorce años.
Tendencia a enquistar; presenta quistes en ovarios, codos y articulaciones de manos y pies.
Hace cinco años se le trató con homeopatía y psicoterapia.
Por prescripción facultativa y para paliar dolores se le aconsejó la aplicación de técnicas de acupuntura y la aplicación de la tecarterapia.
TRATAMIENTO:
Sesión: una vez por semana en manos y muñecas.
Se presentó con toda la mano engarrotada y con un dedo que no podía articular. A los cinco meses presenta la mano prácticamente recuperada en su totalidad.
Aplicación: primero se aplicó la placa en la muñeca; placa activa enrollada en la muñeca y placa pasiva por debajo del codo. La duración de la sesión sobre unos veinte minutos.
Segundo se aplica sobre las articulaciones de los dedos.
Como característica curiosa se puede destacar que le aliviaba mucho el dolor el hecho de aplicar calor en el centro de la mano mediante el electrodo pequeño, lo que le permitía el poder articular los dedos. Se aplicaba el electrodo de esta manera hasta que sentía que le quemaba el centro de la mano, posteriormente se volvía a repetir el proceso durante dos veces más.
También se recomienda el aplicar el electrodo unos cinco minutos en cada dedo.
La aplicación en el codo aliviaba mucho el dolor causado por el nódulo.
Tener en cuenta la NO aplicación de la tecarterapia en las zonas en la que se presente inflamación para evitar que aumente.
Como resumen indica que esta enfermedad no se cura, pero sí se pueden mitigar los dolores mediante la aplicación de la tecarterapia, ya que con ocho o diez sesiones diarias seguidas y otras diez en días alternos se consigue mucha mejoría.
Se recomienda el tratamiento acompañado por la acupuntura y homeopatía.
Lo más destacable es que mediante la incorporación de la tecarterapia en el tratamiento que se venía aplicando se consiguió la paralización de aparición de nuevos quistes, así como, la mitigación del dolor.