La postura humana es básicamente dinámica no estática, en ausencia de patología, está en un desequilibrio anterior, ya que la línea de gravedad pasa por el cuerpo de la segunda vértebra sacra, quedando la cabeza dos tercio por delante de la misma, lo que hace necesario un reequilibrio o un mantenimiento sostenido del mismo a cargo de músculos antigravitatorios o tónicos con un gasto mínimo de energía, economía y confort.